Un bosque en la Vega del Guadalquivir.
Hace 9 años llegamos a una finca muy cerca de la Algaba, del árabe al-gabba, que significa “el
bosque”, sede actual de Trillo-Vega S.L.. Excepto monocultivos de naranjos, en la zona no existe
ningún bosque, todo es tierra rasa de cultivo. Nos hemos enfrentado a la tarea de aclimatar este
espacio para evitar la fuerte evapotranspiración debida la existencia de viento casi constante y a
la pérdida de humedad por la fuerte exposición solar y falta de sombra. En poco más de 3 años,
hemos conseguido generar una masa vegetal que ha cambiado nuestro microclima frente al de
nuestros vecinos, consiguiendo un efecto de lluvia horizontal todas las mañanas. Reptiles, anfibios
e invertebrados han colonizado nuestra finca, encontrando el cobijo y las condiciones de aquel
bosque original.